Ir al contenido principal

Cigarros Camel y un semáforo en verde

La vida me desbordaba, y la noche empezaba a nacer. No había mejor solución que respirar aire en las calles de mi dulce tierra. Abrigé a mi pobre cuello a falta de caricias y lo atrapé con el calor de mi bufanda
Que placer era caminar con ese día, triste e indefenso, el cielo pegaba con mi chaqueta gris, y yo no pegaba ojo en días.
Me senté en mi cafetería preferida y observé todo mi alrededor. La gente se agitaba y corría al ver mojar su pelo o sus compras de duro mes de curro, pero yo los seguía observando, algo que me inquietaba.
A lo lejos de ese callejón chapoteado de falsas y viejas ilusiones estabas tú. La escena era épica, tipo película de drama y suspense, obviamente eras tú el protagonista, tenía que asumirlo.
Encendiste el último cigarrillo Camel y tiraste la caja azul al suelo sigilosamente, todo con clase.
Supongo que sentiste mis ojos acuchillandote a miradas y por esa razón miraste hacia donde estaba sentada.  
Una leve sonrisa apareció de incógnito en tu rostro, fui capaz de verla a distancia, juraría que fue la más bonita que vi desde 9 meses atrás, el tiempo que hacía que no te veía.
Cruzaste los semáforos verdes a juego con tus ojos y entraste allí conmigo.
El tiempo se nos paró aquella noche, y aún le doy gracias a mi reloj por atascarse.
Te dije que sabía que tenías que irte, que ella te estaría esperando en casa, y que sería irresponsable de mi parte permitirlo. 
Dios, ¿recuerdas cual fue tu respuesta?
Creo que sí, debiste tener mucho valor para decir aquello, para dejarme inquieta toda la noche y el resto de noches que me quedan, porque tu rostro dibujó aquellas palabras:
-¿Sabes? Me encantan tus ojos, y por la manera en que me miras sé que te encantan los míos, incluyendo mis ojeras, algo que no soporto, y créeme, he intentado regalárselas a otras, de veras pero, tus ojos no son bonitos por la forma ni por el color, sino por como me miras.
En ese instante miraste la lluvia, y yo seguía mirándote.




La noche acababa de empezar.



...
Mi fachada se hs undido.

Comentarios

  1. Me he puesto al día con el blog y de verdad que cada vez que entro me llevo una sorpresa mejor que la anterior. Perdona que lleve tanto tiempo desaparecida, vida y caos ahora son dos palabras que van muy unidas.

    Sigo esperando noticias tuyas, ya sabes, por el tema que quedó a medio hablar de una entrada.

    Aún le doy gracias al tiempo por detenerse cuando te leo,
    y te sigo dando las gracia a ti,
    por hacer que el tiempo se pare.

    Nos leemos pronto,
    Moon.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi queridísima Moon...
      Cuanto tiempo sin verte por aquí... Quiero que sepas que sigue en pie todo aquello. Pero necesito otra forma de contactar contigo que no sea twitter.
      Mi correo es: belen.sosa. Roux.98@gmail.com
      Espero noticias tuyas cielo!!! 💌

      Eliminar
    2. ¿Seguro que es belen.sosa. Roux.98@gmail.com o no lleva espacio?, es que me sale que la dirección es incorrecta y :c

      Eliminar
    3. no lleva espacio, se pone solito, es así:
      belen.sosa.roux.98@gmail.com

      Eliminar
    4. ¡pues el correo te lo mande! Resulta que ya te tenía mi gmail guardada, o algo asi, y me aparecio tu fotito con 'Belen' y te envie el correo ♡ espero que te llegara ;-;

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ya no

Ya no tiene sentido escribir por las noches ni destapar una Heineken de madrugada, tampoco fumar por las tardes, ni sonreír por las mañanas. De qué me sirve escribir, si el único motivo y línea por línea  llevaban tu nombre, -y hasta todas tus huellas-. De qué consuela, beber cerveza cuando ya no hay compañías  que la hagan menos amarga. Dime de qué me sirve, inhalar un Malboro por las tardes, cuando ni siquiera te tengo  para hacerlo a mitades. Sonreír dices, y qué es eso si cada vez que te pienso  es un verso más, y un beso menos. La luz del túnel es tenue, pero no oscura. Y tengo ganas de salir del pozo en el que me metí yo solita al conocerte. O, al creer conocerte.

Grandes esperanzas

Como el cigarro después de follar y fallar. Como cuando me acaricias los tatuajes y me miras, queriendo entrar en todos mis rincones, en todas mis heridas, y en todos mis precipicios. Jamás nos curábamos juntos, pero nos destruiamos de la mano y dicen que el sufrimiento  -al igual que los vicios- compartidos se llevan mejor. Como cuando me desabrochas el sujetador conociendo todas mis costuras. Sonríes y haces que mi alma vibre, que mi aliento falte,  y que mi mirada te engulla. Como cuando me siento pájaro volando en tu pecho, en tu almohada y en tus sábanas, buscando siempre un pedacito de tu cielo. Como quererte un sábado por la noche, o un miércoles por la mañana. Como quererte  a secas, más que a mil lluvias.

La letra más bonita del abecedario

Hoy he encontrado tiempo para mi, como solías decirme que hiciera. Y adivina qué, estoy pensando en ti. Aquí solo huele a colillas  muertas en el cenicero. A café recién hecho y a tu perfume, -y ni siquiera has estado aquí-. Sé que te habrán escrito mil poemas, de noche o de día, recitados o guardados en cajones; pero aún así quiero que (me) leas. A susurros con voz dulce y suave, y que cuando termines, cierres los ojos. Que los aprietes tan fuerte, que puedas sentirme a tu lado cogiéndote la mano y sabiendo, que jamás estarás sola. Para ti, H : Como H ,  no suenas, ni explotas, ni cantas, ni te expresas. Como H , no ríes, no lloras, no te quejas. Como H , jamás sabremos que es lo que escondes. Bueno, ilusos. Todos menos yo. Te conozco y te conocía a la perfección. Esa manía tuya de querer sentirte libre, de querer escribir un libro y que te leyesen, que entrase