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Mostrando entradas de mayo, 2015

Hace frío ahí fuera

Me arruinas sin gastar ni un céntimo de mi cartera, me matas sin necesidad de gastar ninguna bala, y me quemas como mechero a cigarro impaciente. Estoy sentada aquí en medio de la nada,  en un tejado roto sin gatos maullando , solo mi sombra me sigue, el tabaco traicionero me acompaña  pero  consigue matarme a la vez . Caigo y vuelvo, pienso en ti y en tu camisa y en las veces que adoraba quitártela . Para que engañarnos, la noche se presenta muy solitaria y adornarla con tu recuerdo nunca fue mala idea. El humo entra lento por mis pulmones, yo de mientras me recuesto, de golpe un frío aire recorre mi espalda y maldigo mi suerte y a la vida, por no tener suficiente con quitarme tu presencia y helarme por dentro y también por fuera .

Te dejo mis piernas esta noche

Esa noche dormías en mis piernas , nunca las sentí tan felices. Notaba tu respiración, tan lenta, tan tuya . Cosquillas gracias a tu barba  mal afeitada y un puñado de pulsaciones matándome a nervios. A partir de ese día, te conocí a la perfección. Gracias a mi máster de observación  hacia tu espalda y tus costillas. Cual de todas ellas mi favorita . Tus brazos eran el mejor lugar para vivir, o para morir, cualquiera de las dos opciones me entusiasmaba. Y puede que mañana despiertes, puede que te vistas rápido y te vayas, o puede que te quedes cinco minutos más mirándome como un crío. Puede que mañana me quieras un poquito más, o más, a secas .