Como el cigarro después de follar
y fallar.
Como cuando me acaricias los tatuajes y me miras,
queriendo entrar en todos mis rincones,
en todas mis heridas,
y en todos mis precipicios.
Jamás nos curábamos juntos,
pero nos destruiamos de la mano
y dicen que el sufrimiento
-al igual que los vicios-
compartidos se llevan mejor.
Como cuando me desabrochas el sujetador
conociendo todas mis costuras.
Sonríes y haces que mi alma vibre,
que mi aliento falte,
y que mi mirada te engulla.
Como cuando me siento pájaro volando en tu pecho,
en tu almohada y en tus sábanas,
buscando siempre un pedacito de tu cielo.
Como quererte un sábado por la noche,
o un miércoles por la mañana.
Como quererte
a secas,
más que a mil lluvias.
Comentarios
Publicar un comentario